Julia, acude a un despacho de abogados de su ciudad para informarse a cerca de los pasos a dar para tramitar la herencia de su hermano fallecido.
En el despacho la explican el proceso de la herencia y la ofrecen llevar toda la gestión.
La comentan la importancia de conocer el valor los inmuebles que hereda para que posteriormente no le afecte fiscalmente.
Julia comenta a su abogado que no tiene ni idea de valor del inmueble que hereda de su hermano, que su hermano Manuel había alquilado la casa a un chico joven hace años, pero que no tenía ni idea de cómo estaba el tema.
Julia no quiere tener que estar pendiente del alquiler de la casa. Está jubilada, pero a la vez cuida de sus nietos y no quiere tener preocupaciones. A ella le gustaría vender la vivienda.
Su abogado, tras escucharla atentamente, le recomienda que se ponga en contacto con una empresa donde le ayudarán con la valoración del inmueble, le recomendarán qué hacer con el mismo en función de sus intereses y le ayudarán a buscar un comprador para su casa sin que ella tenga que encargarse de nada.
Julia se pone en contacto con la empresa recomendada por su abogado, Valora Abando. Allí, tras escuchar su situación, le facilitan una valoración gratuita de su casa y la explican qué pasos tiene que dar para ponerse en contacto con el inquilino y avisarle de manera fehaciente y con el plazo legal necesario de su intención de no renovarle el alquiler para poder vender el inmueble.
Unos días antes de la finalización del contrato de alquiler Valora Abando llama a Julia para ver cómo va la situación. Julia comenta que no tiene pinta de que el inquilino se marche de la vivienda y que en ningún momento ha aceptado la finalización del alquiler.
Al finalizar legalmente el alquiler Valora Abando le ofrece a Julia iniciar un proceso de desahucio a través del departamento jurídico del mismo despacho de abogados donde inicialmente había contactado para tramitar la herencia.
Julia acepta y el departamento jurídico se pone manos a la obra con el desahucio del inquilino.
Una vez terminado el proceso el departamento jurídico avisa a Julia y a su vez se pone en contacto de nuevo con Valora Abando para avisar de que el piso ya está vacío y que se puede poner a la venta.
Valora Abando inicia la comercialización del inmueble actualizando el precio de de venta que se le dio a Julia en su momento, ya que el mercado está al alza y precio del inmueble ha aumentado en los últimos meses.
Seis días después de publicar un anuncio de la vivienda, Valora Abando llama a Julia avisándola de que tiene una persona interesada en comprar su casa que ha hecho una oferta inferior al precio de venta y recomienda a Julia no aceptar aún esa oferta y esperar unos días para conseguir una oferta mejor.
Tres días después de esa llamada, Valora Abando llama de nuevo a Julia indicándola que tienen una oferta por el mismo precio por el que se ha puesto la vivienda a la venta. Una semana después, Julia acude a Valora Abando para firmar un contrato de arras con el comprador y afianzar así la compraventa.
Mes y medio después, Julia firma las escrituras de compraventa ante Notario acompañada en todo momento por la inmobiliaria que ha encontrado al comprador y por Valora Abando.
